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Mariano Melgar
1790 - 1815
poeta, patriota
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Nació en Arequipa el 10 de agosto de 1790.
Fueron sus padres don Juan de Dios Melgar y doña Andrea de Valdivieso, miembros de una distinguida familia y de holgada posición.
Fue bautizado dos días después de su nacimiento en la
Catedral de Arequipa. Creció en su tierra natal, a los tres años ya sabía leer y
escribir. Su hermano Jose Fabio Melgar afirmaba que a los ocho años ya
manejaba el latín, y otros autores indican que además Melgar antes de cumplir
los diez años llegó a dominar el inglés y francés. Estudia tempranamente en el
Convento de San Francisco.
Antes de los ocho años el ilustrado y digno obispo
Chavez de la Rosa le confirió la prima tonsura y le vistió el hábito clerical.
Esto significó a la larga un litigio que terminaría al cumplir Melgar sus 23
años, consistía en la obtención de una capellanía en una viña en el valle de
Majes.
Se debe mencionar que era el padre del poeta quien estaba interesado en
que Mariano obtuviese dicha capellanía, y que sus planes se vieron afectados
ante la decisión del joven Melgar de abandonar los hábitos.
Es durante esta
etapa de su vida que Melgar había tenido acceso a una nutrida biblioteca, la
biblioteca del Seminario Conciliar de San Jerónimo, que en aquel entonces había
alcanzado renombre bajo la dirección del obispo Pedro José Chavez de la Rosa
quien a su vez había siempre mostrado especial interés en los nuevos conceptos
y teorías traídas del viejo mundo; por ello la biblioteca del Seminario e San
Jerónimo era conocida como una de las más completas de la ciudad (si no la más
completa), además de poseer entre sus volumenes muchos de aquellos que fueran
prohibidos en el virreynato por su caracter revolucionario (Se sabe que muchos
de los personajes más destacados de los primeros años Republicanos se formaron
en este Seminario y tuvieron acceso a estos libros).
Fue maestro de Latinidad
y Retórica, Filosofía y posteriormente figura también como profesor de Física y
Matematica. Es poco después de haber recibido las ordenes menores en el
Seminario San Jerónimo y por "Melissa" (cuyo verdadero nombre fue Manuelita
Paredes) que Melgar decide abandonar los hábitos teniendo veinte años. Se
aboca hacia literatura en donde destaca su poesía.
Después de su primera
decepción (que se hace notar en su "Soneto a la Mujer") se enamoró de María
Santos Corrales, mejor conocída como Silvia, a quien él mencionaría
románticamente en sus famosos yaravíes (forma poética lírica basada en el
sentimiento en que el gran cantor arequipeño expresa su amargura y su
tristeza).
Todo su drama amoroso y biografía puede considerarse verosímil siendo
tomada de su conocida "Carta a Silvia", en la que el poeta expresa en 522
versos cómo conoció el amor y el dolor, hasta la aparición y pérdida de su amada
niña.
Fuera de el tema amoroso, Melgar también había empezado a mostrar interés
en los temas politicos, es así, que impulsado por sus ideales, Mariano persuade
a sus padres para ir a estudiar leyes a Lima. El deseo de independencia en
Lima fue tan alto como los campos de historia, geografía, filosofía y
matemáticas.
Tiempo después, decidió regresar a Arequipa, solamente para
encontrar a Silvia, quien había sido persuadida por su padre de abandonar
cualquier idea de unirse con Melgar (dice la tradición y leyenda de Melgar que
esta oposición se debía a que la familia de Maria Santos Corrales culpaba al
poeta por la muerte de la madre de la Joven "Silvia"). Si bien la leyenda lo
convirtió en el eterno amante de "Silvia", son en realidad tanto su amor como
su sentimiento patriótico los que le impulsaban de manera complementaria ("Por
Silvia amo a mi Patria con esmero, y por mi patria amada a Silvia quiero"). Es
luego del rechazo sufrido por parte de Maria Santos Corrales, que Melgar
decide mudarse al valle de Majes.
Y en Noviembre de 1814 que Melgar decide
enrolarse en el ejército de Pumacahua y viaja hacia Chuquibamba dejando su
retiro en Majes, uniendose a una columna de patriotas que partirían
posteriormente a la ciudad de Arequipa.
Luego de una intensa lucha, Melgar
muere fusilado teniendo 24 años y medio, en Umachiri, el 12 de marzo de 1815.
Odas
Aunque escribió poesía filosófica, cívica y epigramática, es recordado sobre todo por su poesía amorosa, en la que destaca su Carta a Silvia y sus yaravíes (del quechua haraui, "canto" o "poesía").
Silvia fue el gran amor de su breve vida y la idealizó e inmortalizó en versos doloridos. El mérito de sus yaravíes es haber adaptado al lenguaje lírico culto una forma popular mestiza, proveniente de fuentes indígenas y ya asimilada al folclore musical de Arequipa, donde había nacido.
Traspasados de simple emoción y dulzura, los del autor suenan con un timbre de sinceridad: la de un joven que confiesa, entre púdico y arrebatado, sus cuitas de amor.
Su defecto es el limitado registro de esa voz: es una poesía de una sola nota y, siendo auténtica, tiende a resultar algo monótona.
Elegías
Soneto a la Mujer
Yaravì
Carta a Silvia
Las fábulas
El cantero y el asno
Las abejas
Las cotorras y el zorro
Las aves domésticas
El asno cornudo
El ruiseñor y el calestero (1813)
La ballena y el lobo
El murcielago
Los gatos
Muy poco se ha escrito y estudiado acerca de esta especial producción melgariana, sin embargo los hermanos Ataucuri García destacan en un estracto de su libro dedicado a este tema: “Melgar creía firmemente que la literatura era una herramienta útil para cambiar a la sociedad; por ello escribió sus fábulas, pequeñas joyas donde se amalgama perfectamente el literato con el patriota.”
La temática de sus fábulas, reafirman su compromiso con la causa independentista. Además, tienen la característica inusual de haber sido escritas para una coyuntura muy específica: la etapa de la emancipación, con sus conflictos sociales, enfrentamientos ideológicos, anarquía política, moral, gubernativa.
"Palomita dónde vais"
Mariano Melgar Valdivieso
Album "EL llanto del yaraví"´(2007)
- El yaraví es un género mestizo, un canto dulce y triste, expresivo de la nostalgia y de las penas del amor imposible o no correspondido. Se deriva del antiguo harawi prehispánico (que tenía otras connotaciones). Hay yaravies en toda la zona andina, desde Ecuador hasta Argentina, pero es en Arequipa donde se ha dado esa alquimia favorecida por el hombre y el paisaje, que ha producido muchos de los yaravíes más bellos que hay.